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domingo, 12 de abril de 2015

Capítulo 1 - El primer día - Dulce peligro *Portada oficial*




Narra Cecilia

Mi primer día de clases, de mi último año de preparatoria, esa idea se repite una y otra vez en mi mente, mientras intento dormir. Son las 4 am y entro hasta las 7 am, sería tonto si comienzo a arreglarme ahora, así que no me queda más que mirar el techo, recuerdo lo que ha pasado en el último año, ha sido grandioso, desde que entramos a la preparatoria, mi mejor amiga Mclean Giff y yo nos propusimos ser súper populares y lo logramos, nos unimos al club de teatro, el anuario, el periódico escolar, la sociedad de alumnos, fuimos presidenta y vicepresidenta de nuestra clase, somos parte del equipo de atletismo de la escuela, todo para ser populares. Mclean ha sido mi amiga desde que íbamos en preescolar, ella vive en la casa de alado, somos inseparables. Mclean es muy bonita, es bajita, ojos grandes color azul, cabello rubio hasta el hombro, cuerpo de reloj de arena, tiene pecas en la nariz y mejillas, es bastante atractiva. Cuando nos unimos al periódico escolar conocimos a Matthew Higgins, que rápidamente se convirtió en nuestro mejor amigo, él es muy guapo, es alto, tiene cuerpo atlético gracias a la natación, cabello café muy corto, ojos color avellana, pómulos y barbilla definidos, realmente guapos, aunque ninguna de las dos ha pensado en andar con él. Mclean no es exactamente una persona con moral alta, cambia de novio cada mes, cuando lo conocimos yo tenía novio, el cual era el capitán del equipo de fútbol americano, se graduó esté verano y se fue a la Universidad,  así que ninguna de las dos se fijó en Matt como prospecto, ahora todos estamos solteros. Miro el reloj y ya son las 6:00 en punto, hora de bañarme y arreglarme.

***************

Me apresuro a bajar las escaleras, porque Mclean ya me está esperando en su carro.

-Cee,  hoy llego tarde, no olvides la regla de...

-Sí, lo sé, no chicos en la casa - digo interrumpiendo a mi hermano Phill, él es mayor que yo por 10 años, yo tengo 17,  vivo con él desde hace 4 cuatro años, cuando nuestros padres murieron en un accidente automovilístico. Ese fin de semana yo me había quedado en la casa de Mclean y Phill estaba en la Universidad, mis padres iban a una reunión de negocios de mi padre, después de que le dieran la noticia a Phill, él se mudó de regreso a casa para poder cuidarme,  y le toco el duro trabajo de contarme lo que había sucedido. Enterarme de lo de mis padres fue difícil, pero ahora ya no me afectaba hablar de ellos, y me gusta vivir con Phill, porque nos llevamos muy bien y en parte porque no está en todo el día, así que puedo hacer lo que quiera. Su única regla era que no trajera chicos a la casa, pero  honestamente ya había roto esa regla hace mucho, no era una cualquiera pero si iba a tener sexo, prefería que fuera en mi casa y no en un motel barato.

Cuando por fin salí de mi casa,  Mclean estaba en su carro un tanto desesperada, me subí y le di un beso en la mejilla y un abrazo como de costumbre.

-Hola Cee,  Dios me encanta ese short, hace que tus piernas se vean sexys - me dice Mclean, no pude evitar bajar la vista hacia mis piernas iluminadas por el sol de California, que se filtra por la ventana.

-Bueno no soy la única, te ves hermosa y muy dulce - le digo y así es, traje un vestido amarillo, zapatos mude, y su cabello rubio recogido en un moño alto que hacia resaltar el azul de sus ojos.

-Cee,  una cosa es verse dulce y otra muy distinta,  es verse súper ca-li-en-te - dice vocalizando la palabra - y tu querida con eso - apunta a mi short - te vez muy caliente. - sonreí por sus halagos

-Muchas gracias Mclean, pero tengo que decir que eso son muy lésbico - digo riendo, Mclean me mira con una sonrisa ladeada y me lanza un pequeño beso,  las dos rompimos a reír.

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Después de una ronda de canciones de Gwen Stefani a todo volumen coreadas por nosotras, por fin llegamos al estacionamiento del instituto, Mclean eligió un lugar con vista al campo de fútbol americano.

- Wow, podría quedarme a disfrutar de la vista todo el día - digo mirando a los chicos del equipo saludarse entre ellos con apretones de manos o medios abrazos como era costumbre.

-Si - responde Mclean sonriendo.

Estamos concentradas en los muchachos musculosos y guapos, cuando alguien golpea el vidrio de la ventana, brincamos y gritamos,  después nos damos cuenta que es Matt riéndose de nuestra reacción, bajamos del carro y él sigue riendo.

-Chicas, en serio, no entiendo porque les gusta ver a esos torpes musculosos, saludándose como simios - dice aún divertido.

-Oww, Matt no estés tan celoso sabes que nuestros corazones te pertenecen, aparte los chicos ya se fueron a clases- dice Mclean dándole un abrazo y un beso en la mejilla, él le corresponde.

-Lo sé,  lo sé, son todas mías chicas, ahora vamos ámenme y si lo digo por ti Cee, aún no me saludas como se debe- me dice abriendo sus brazos, para que lo abrace, así lo hago,  le doy un gran abrazo y un beso tierno en la mejilla.

-Sabes que eres único en mi corazón- le susurró al oído.

-Está bien, chicos, ya sepárense y entremos- nos dice Mclean.

Entramos al edificio, no puedo dejar de sonreír. Caminar por los pasillos se siente como pasar por una alfombra roja, bueno jamás he caminado por una alfombra roja pero supongo que así se debe de sentir, todos nos saludan y nos sonríen, casi toda la escuela nos conoce por todos los grupos y clubes a los que pertenecemos. Mclean es una de las mejores columnistas en el periódico escolar, Matt es la estrella del equipo de natación y yo salgo en prácticamente todas las obras de la escuela, sin contar que este año seré la presidenta de la sociedad de alumnos.

Cuando entramos al salón de clases nos sentamos como de costumbre, en la primera fila, Mclean a mi lado y Matt detrás de mí, yo me giro para poder verlos.

-Chicos, ¿qué haremos en la tarde?, Phill me dio dinero, así que yo invito- digo feliz.

-Yei!, vamos a mi casa y compremos pizza- sugiere Mclean

-¿Qué?, ¿Cee se va a gastar su dinero en pizza y soda?, ¿Estás loca Mclean?, aparte siempre que vamos a tu casa ustedes terminan haciendo cosas de chicas y hoy no tengo ganas de fingir que no me aburro- dice Matt en tono entre desesperado y dramático.

-Entonces vamos al café de la plaza- sugerí, los dos asienten, después Mclean se queda mirando fijamente la puerta a mis espaldas.

-¿Quién es ese chico guapísimo?- pregunta ella con los ojos muy abiertos.

Matt y yo volteamos hacía la puerta, al salón está entrando un chico súper guapo, es alto, cuerpo atlético, tiene ojos grandes color café, cabello castaño, piel canela y unos labios carnosos.

Los tres lo miramos fijamente hasta que tomo asiento, exactamente junto a Matt, el chico miro a Mclean después a Matt y por último a mí, me miro directo a los ojos, probablemente solo fueron unos segundos pero yo sentí  que fue una eternidad, él finalmente aparto la vista, miro hacia el pizarrón, volteo a ver a Mclean y me sonríe como si nada.

-Entonces, ¿vamos al café?

-Si - decimos Matt y yo al unísono.

Mclean voltea a ver al chico guapo y luego a Matt, levantando las cejas hacia él. Me gire en mi asiento para ver al frente.

-Hola soy Matthew Higgins- escuche decir a Matt y supe que le estaba hablando al nuevo.

-Un gusto, soy Beneth Panettire- mire a Mclean y ella artículo con los labios que lo agregue en Facebook, yo ruedo los ojos, aún miro a Mclean cuando siento que alguien me besa en la mejilla, volteo y es Evan Bayne.

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